Nos guste o no, el tiempo pasa volando y, sin darnos prácticamente cuenta, nos plantamos a finales de febrero con la sensación que este año viene cargado de novedades y nuevas oportunidades en el ámbito de las marcas.
En The Mood Project nos encanta empaparnos de las tendencias de usuario que emergen día a día. Al fin y al cabo, nuestro comportamiento es lo que marca el camino de aquellas marcas que realmente sitúan al consumidor en el centro de su actividad y quieren generar una relación a largo plazo con nosotros.
Por esta razón, hemos decidido presentaros las 12 claves y rasgos generales del contexto social más actual que van a determinar las necesidades y aspiraciones del usuario de cualquier tipo de marca a partir de este 2015. Preparados, listos, ¡ya!
1. Por todos es sabido que nos encontramos en un escenario de saturación de marcas, mensajes e información. Recibimos inputs continuamente y hemos perdido la capacidad de retenerlos todos. Por ello, cada vez más necesitamos más que nos ayuden a clasificar y filtrar la información que realmente es útil y relevante para nosotros, haciendo que ésta se adapte a cada lugar y a cada momento de nuestro día a día, además de ser muy fácil de entender y memorizar.
2. El hecho de tener más acceso a la información también nos hace más exigentes, por lo que demandamos soluciones cada vez más sencillas, que nos faciliten la vida y reduzcan los procesos complejos y los tiempos de espera. De hecho, odiamos las esperas y los tiempos muertos y más cuando estamos pagando por un producto o servicio. Podría decirse que en términos de consumo, queremos que nos mimen mucho. Por eso, exigimos soluciones de la forma más sencilla e instantánea posible.
3. Este hecho lleva a las marcas por adoptar cada vez más soluciones relacionadas con la gamificación para ofrecer diversión y entretenimiento a los usuarios sea cual sea su situación, incluso durante los procesos de compra. Los consumidores queremos sorpresas, misterio, suspense, riesgo…y siempre estamos dispuestos a descubrir cosas nuevas y seguir jugando.
4. Por otro lado, hemos experimentado un aumento en el deseo de construir un estilo de vida propio, dentro del cual podamos consumir en concordancia con nuestros gustos, sensibilidades y aspiraciones. Los consumidores necesitamos a las marcas para autodefinirnos y para identificarnos con unos valores y una filosofía de vida concreta.
5. Esta necesidad de autodefinirnos nos lleva al deseo por la personalización, por conseguir un producto o un servicio adaptado a nuestras necesidades concretas, en definitiva, por sentirnos únicos. Nuestra individualización como reacción a la globalización y a la masificación conlleva, indiscutiblemente, una individualización y adaptación de los productos.
6. Aun así, cada vez más nos gusta menos sentirnos consumistas y admitir frente al mundo que éste sentimiento nos domina. Por eso, no nos gusta demostrar que buscamos continuamente alcanzar un status en la sociedad, aunque es obvio que lo hacemos. Es por eso que este status cada vez tiene que ver menos con los ingresos y la riqueza, y más con el conocimiento, la creatividad y el bienestar personal. Nos gusta compartir las experiencias que acumulamos, los lugares a los que viajamos, nuestro bagaje…pues ahora mismo representan sinónimo de riqueza.
7. Nuestra necesidad de mejorar constantemente nace de la competitividad y de la necesidad de autosuperación y reafirmación personales. En definitiva, vivimos en una sociedad que nos impulsa constantemente a alcanzar el éxito. Nos gusta mejorar y nos gusta todavía más compartir nuestras mejoras y nuestros logros personales con el resto. La consolidación de los social media ha promovido mucho este fenómeno, haciendo que todo el mundo busque sorprender a los demás y, en consecuencia, que el estándar de calidad y exigencia sea cada vez más alto.
8. Es obvio que la democratización descarada de los social media y las nuevas tecnologías provoca que cada vez queramos estar más conectados. Debemos admitir que el entorno online está totalmente integrado en nuestras vidas. Este hecho provoca la necesidad de establecer conexiones entre el mundo offline y el online, es decir, queremos que todas las facilidades y todo lo que ocurre en el mundo online tenga repercusión y presencia en el mundo físico. Además, el auge de los social media hace que estemos en contacto constante con otras personas y que se hayan ampliado las barreras a la hora de conocer gente nueva. No nos gusta estar solos en ningún momento.
9. Esta situación, aun así, conlleva una gran preocupación: nos hemos dado cuenta que pasamos demasiado tiempo conectados a una pantalla. Tenemos miedo de perder el contacto con el entorno real y la calidad de las interacciones personales. Es por ello que cada vez más se potencia el peer to peer: los consumidores no quieren una comunicación unidireccional, sino un contacto de igual a igual, una relación recíproca que permita interactuar y produzca un feedback de las dos partes, ayudando a generar conocimiento, contacto, nuevas relaciones e, incluso, a consumir colaborativamente.
10. Las marcas son una parte muy importante de nuestro día a día. Están tan presentes en nuestras vidas que afectan al total de la sociedad y deben actuar según su evolución. Es por eso que lo que se espera de ellas va más allá de la satisfacción de una necesidad, deben tener un papel social y deben mejorar el entorno y ayudar a alcanzar los objetivos comunes. Son instituciones en las que necesitamos poder confiar.
11. Por esta misma razón, los consumidores buscamos la autenticidad, por encima de otros factores. Buscamos marcas que demuestren generosidad, simpatía y compromiso con los valores humanos; tenemos la necesidad imperiosa de saber que hay otro humano al otro lado de las marcas, sentir empatía con ellas.
12. Esta demanda por las marcas más humanas, sensibles y transparentes viene de la mano del aumento de la concienciación social sobre los impactos negativos que el desarrollo de la industria tiene en la sociedad y el medioambiente. Los consumidores quieren productos y servicios que les ayuden a aliviar el sentimiento de culpabilidad y a sentir que están contribuyendo a construir un mundo mejor.
¡Y hasta aquí hemos llegado!
Esperamos que este resumen os haya aportado una visión global del panorama actual y de la repercusión que actualmente tienen las marcas en nuestras vidas. De ello extraemos una gran moraleja: las marcas deben crear y actuar en base al estilo de vida y el comportamiento de su público, e incluso avanzar a su lado. Al fin y al cabo, si quieres que tu marca sea importante para las personas, lo primordial es que las personas sean importantes para tu marca. Sólo así se construye una visión de futuro y una relación sólida basada en la confianza.