Los arquetipos son patrones universales de comportamiento: formas particulares de percibir, pensar, sentir y actuar que forman parte de nuestro inconsciente colectivo. Nuestra personalidad se rige por arquetipos, puesto que constituyen algo básico y esencial en la naturaleza humana. Los arquetipos nos hacen diferentes, marcan nuestro estilo personal.
Cuando definimos la personalidad de una marca, lo que hacemos es darle una definición humana de comportamiento que nos ayude a ubicarla, a diferenciarla de su competencia y a definir las relaciones que establecerá con su entorno y sus públicos objetivos.
Definir la personalidad de una marca nos ayuda a concretar cuál será su espíritu y a establecer el tono de comunicación. Además, la personalidad sustentará la base para conceptualizar creativamente la identidad visual y verbal de la marca, es decir, su expresión hacia el exterior.
Así pues, ¿cuáles son los beneficios del uso de los arquetipos en la creación de una marca?
-Nos ayudan a definir una identidad y un comportamiento claros.
-La diferencian de la competencia, haciéndola única.
-Destacan las ventajas y cualidades de la marca de forma original.
-Crean empatía y un vínculo emocional con el público objetivo.
Cada persona (o marca) desarrolla un arquetipo dominante y éste se complementa con arquetipos de apoyo que se expresan en menor grado. La combinación resultante es lo que da un carácter genuino a su personalidad.
Son muchos los autores que han estudiado los arquetipos y su influencia en nuestra personalidad. Una de estas reflexiones pertenece a la filósofa estadounidense Carol Pearson, quién dio con 12 arquetipos cuyos perfiles buscan ser accesibles a todas las personas utilizando un lenguaje común, con palabras bien conocidas para describirlos, sin perder su rigurosidad y seriedad.
La doctora Pearson dividió sus 12 Arquetipos en tres etapas de la travesía de vida de una persona. ¿Quieres conocerlos? ¡Sigue leyendo!
- Arquetipos de preparación para la travesía:
Inocente. Sus valores son la pureza y la transparencia. Su objetivo es ser auténtico, llevar una vida en armonía, actuar sin doble moral. Lo encontramos en marcas como Coca-Cola y en personajes como Olive, de Little Miss Sunshine.
Huérfano. También conocido como el realista, el hombre común o el mejor amigo, el huérfano abandera los valores de la pertenencia y la complicidad. Sus objetivos son la integración en un grupo, la aceptación y la fidelidad. Lo encontramos en marcas como Nivea y en personajes como los protagonistas de Friends.
Guerrero. También conocido como Héroe, sus valores principales son la competición y el coraje. Su gran objetivo es alcanzar metas que parecían imposibles y superarse continuamente. Lo encontramos en marcas como Nike y en personajes como Máximo, de Gladiator.
Bienhechor. También conocido como cuidador, sus principales valores son la nobleza y el altruismo. Su objetivo es, sin duda, ayudar y proteger a los demás. Lo encontramos en marcas como Nestlé y en personajes como Gandhi.
- Arquetipos que forman parte de la travesía en sí:
Buscador. También conocido como explorador. Sus valores son la aventura y el atrevimiento. Cree que la vida es un viaje y que debemos disfrutar del trayecto. Busca tener experiencias vitales que le ayuden a encontrarse a sí mismo. Lo encontramos en marcas como Amazon y en personajes como Indiana Jones.
Amante. Sus valores son la sensibilidad, la ternura, el amor y la amistad. Su objetivo es seducir a los demás, mostrarse atractivo e interesante. También refiere a la pasión con que emprendemos retos y proyectos y al entusiasmo con que asumimos nuestros compromisos. Lo encontramos en personajes como Jack de Titanic o en marcas como Häagen-Dazs.
Destructor. También conocido como el rebelde. Sus valores son la autenticidad y la decisión. Su objetivo es provocar, ser alternativo y romper los convencionalismos. Tiene una gran faceta transformadora. Nos ayuda a despegarnos de muchas ideas y sentimientos que nos atan. Lo encontramos en personajes como Elvis o en marcas como MTV.
Creador. Sus valores son la innovación y el impacto. Su objetivo es crear un mundo propio, realizar sus sueños, tener talento para expresarse. Es la imaginación transformadora que nos ayuda a generar alternativas nuevas y a explorar caminos inéditos. Lo encontramos en personajes como Woody Allen o en marcas como Apple.
- Arquetipos del retorno:
Gobernante. Sus valores son el orden, la administración y el control. Su objetivo es ser líder, construir algo próspero, como una comunidad, una empresa o una familia. Lucha para eliminar el caos. Nos ayuda a movernos con sentido por el mundo, a tener responsabilidad personal y social. Lo encontramos en marcas como Mercedes Benz o en personajes como El Padrino.
Sabio. Sus valores son la experiencia y la verdad. Su objetivo es hallar el conocimiento, ser experto o maestro en algo. Nos lleva a confrontar la subjetividad, a abandonar falsas ilusiones. Tiene pasión por conocer, comprender y analizarlo todo. Lo encontramos en personajes como Sherlock Holmes y en marcas como ESADE.
Mago. Sus valores son el carisma y la transformación. Su objetivo es llevar la teoría a la práctica, crear nuevas realidades. Nos hace conscientes de nuestro poder para influir en la realidad y en nuestras capacidades para sanar situaciones negativas. Lo encontramos en marcas como Master Card o en personajes como Bill Gates.
Bufón. También conocido como bromista. Sus valores son la alegría y la libertad. Su objetivo es disfrutar del momento, buscar el lado cómico y huir de lo aburrido. Es el arquetipo de la risa, el humor y la vitalidad. Nos ayuda a vivir de manera libre y a descubrir que el verdadero sentido de la vida es buscar la felicidad. Lo encontramos en personajes como Jim Carrey o en marcas como El Jueves.
¡Ya los conoces todos! ¿Con cuál te identificas más?
En The Mood Project, cada persona del equipo ha analizado su personalidad para encontrar el arquetipo que mejor le define.
Estamos convencidos de que conocer nuestro carácter nos ayuda a actuar mejor con las personas que nos rodean e influir positivamente en el entorno.
Lo mismo ocurre con las marcas: una personalidad bien definida nos ayudará a proyectar nuestro comportamiento, a construir nuestra propuesta de valor a largo plazo y sobre todo, nos ayudará a establecer una relación sólida y duradera con los diferentes públicos objetivos.