Hace poco tuve la suerte de tener una tarde libre y aproveché para ver una de mis series favoritas, Black Mirror. Como seguramente sepas, trata de diferentes historias en un contexto futuro en el que la evolución de las nuevas tecnologías juegan un papel principal en la trama de cada uno de sus capítulos.
Siempre me gustó la cabecera, los títulos de crédito y las interfaces diseñadas para cada “gadget”, entre otras cosas, porque la tipografía empleada me recordaba a mi sans serif preferida, la Avenir Next.
Curiosamente no es así (pero no dista demasiado), pues la tipografía empleada es la Proxima Nova, parecida hasta en el significado de su nombre aunque, si las analizas una al lado de la otra cada una tienen sus matices.
Es el tipo de letra principal de algunas de las compañías más populares en medios digitales, incluyendo BuzzFeed, Mashable, NBC News o el Huffington Post. También Spotify la hizo suya incluyéndola en su propio logotipo. Muchos usuarios de Avenir Next y de Gotham (otra “prima hermana”) decidieron escoger cambiar a Proxima Nova pues esta se adelanto a las demás en su formato a para Typekit, un servicio de posting para tipografías web de alta calidad.
Y es que a veces más que diseñadores somos re-diseñadores porque normalmente partimos de un punto de inicio y lo evolucionamos, lo adaptamos al contexto, concepto o simplemente mejoramos la versión anterior.
Da la causalidad de que en este año se cumplen 30 años de la creación de la tipografía Avenir, la predecesora de la Avenir Next. Ambas tipografías diseñadas por Adrian Frutiger, uno de los más destacados tipógrafos diseñadores del S.XX.. Entre muchos ejemplos, Apple compró su licencia para su Maps y algunas pantallas de Siri en el iOS 6. Además ya en la versión del Mountain Lion estaba disponible para cualquier usuario.
Ciudades como Amsterdam o Estocolmo la escogieron para representar su identidad y marcas como Aol., Black & Decker, Toyota y un largo etc también lo hicieron en su día.
La intención de Frutiger era crear una tipografía de palo seco pero con proporciones y trazos más humanos. Algunas de sus predecesoras eran la Avant Garde, Helvetica o la Futura. En esta última es en la que más se centró para gestar una tipo igual de moderna y vanguardista, pero mejorándola, haciéndola menos geométrica, más cálida y más legible en textos largos y tamaños reducidos.
En este año que acabamos de dejar atrás (2017), es el año en el que la popular Futura ha cumplido nada más que 90 años. Una tipo que no aparenta su edad por su característica atemporalidad. Es uno de los grandes clásicos de las tipos vanguardistas del S.XX. Los actos conmemorativos en torno a ella se han sucedido en todos los ámbitos, instituciones y centros relacionados con el diseño de todo el mundo. Su diseñador, Paul Renner, trabajó en un tipo geométrico, acorde con las bases de la era Bauhaus, creando una tipografía fuerte, elegante y moderna.
Los casos de aplicaciones son innumerables, pues se trata de una de las tipografías más difundidas del mundo, desde sus inicios hasta hoy en día.
Aunque las tendencias y las modas cambien cada vez más rápido, el diseño de base, como sucede en la ficción de Black Mirror, no cambia tanto como creíamos. Para el director de “Regreso al futuro”, ya estaríamos viajando en coches voladores, al menos desde 2015.
En The Mood Project siempre estamos conectados con la vida real pero también nos gusta mirar hacia adelante de manera distinta con el conocimiento de nuestra experiencia y con la imaginación de nuestra curiosidad para que nuestro trabajo, además de funcionar, crezca igual de bien que una Futura.