Dado que nuestro cerebro procesa mucho más rápido imágenes que texto, podemos afirmar que la fotografía es una herramienta muy poderosa cuando hablamos de imagen de marca. Se trata pues, de un elemento clave para tu mensaje corporativo.
Veamos dos casos diferentes de uso fotográfico dentro de un mismo sector como es de los complementos deportivos.
Nike y Reebok son marcas que trabajan en el mundo del deporte, sin embargo ambas tienen mensajes muy distintos entre sí. Por un lado Nike muestra a menudo imágenes de usuarios haciendo ejercicio haciendo uso de rostros famosos, en muchas ocasiones con gesto desafiante y sin apenas sudor. Estamos ante un mensaje competitivo, de ser el mejor, de llegar a lo más alto.
Por otro lado, Reebok (padre del fitness y del footing en los 80 y actual propietario del crossfit) hace especial uso de rostros de deportistas anónimos a los cuales no les importa sudar. Su imagen es menos “pulcra” que la de Nike, más humana, alineada con su claim “Be more human”. Su mensaje se centra en el espíritu de superación tanto en el deporte como en la vida, destacando el reto como un objetivo personal.
El papel de la fotografía en la marca
Al igual que en los ejemplos anteriores, ambas marcas usaron imágenes típicamente deportivas, pero para diferentes propósitos y diferentes tipos de cliente. Así es como debes representar tu marca – teniendo en cuenta a las personas que deseas atraer y el mensaje que necesitas comunicar.
Cada marca incorpora elementos visuales a lo largo de su historia. La identidad visual comunica el mensaje de la marca de manera gráfica. Algunas marcas usan la fotografía mejor que otras y esto les ayuda a comunicarse mejor con su público.
1. Del concepto a la imagen
Como con todas las grandes ideas, la construcción de una marca y el desarrollo de su estilo comienza con un concepto. En The Mood Project, dentro de la fase de Conceptualización, nos hacemos esta pregunta ¿Dónde queremos estar?. Es el momento de trabajar la idea de marca. Tener una visión clara del posicionamiento, la personalidad, los valores, las razones para creer en tu marca y los beneficios que esta pueda aportar a las necesidades del público al que nos dirigimos va a ayudarnos a encontrar la imagen que buscamos .
Hoy en día, tenemos la suerte de tener herramientas como Pinterest para ayudarnos en esta tarea, recopilando imágenes inspiradoras de otras marcas, revistas, productos, sitios web, etc.
Hay que traducir estas ideas (y sentimientos) en un moodboard. La personalidad de la marca debe ser fuerte y clara. Esto implica ser coherente en la elección de imágenes.
2. Organiza tu colección
Después de tener todas las imágenes en un lugar, hay que observarlas detenidamente para detectar patrones. Hay que tomarse tiempo para filtrar la selección de imágenes y reducir el número de las necesarias e imprescindibles. Esta es quizás la parte más difícil, pero también es clave para precisar mejor las imágenes que representan la marca. Recordar al público al que te diriges te ayudará bastante.
3. Filtrar de manera exigente
Durante la selección, hay que tomar en consideración cosas como colores, estilo, calidad e incluso la imagen de la competencia.
Hay que tener en cuenta las tendencias de color y estilo más actuales:
Por ejemplo, Pantone Color Institute -además de sacar anualmente su color del año en base a las tendencias del momento- cada temporada analiza los colores seleccionados por los diseñadores de la New York Fashion Week y este año ha añadido la London Fashion Week como fuente de información para su selección.
Mejor optar por imágenes con iluminación natural y una composición equilibrada. Si hay personas en las imágenes, es recomendable asegurarse que parezcan naturales y que transmitan emociones sinceras.
4. El estilo fotográfico dará lugar a la coherencia
La estética y las tendencias cambian a un ritmo cada vez más veloz. Puedes hacer una clasificación general de estilos como: clásico, retro, material, handcrafted y minimalista…
5. Trabaja duro para contar una historia
Sé crítico con tu selección. Pregúntate “¿qué transmite esta fotografía?”. Selecciona las imágenes que puedan ayudar a contar una historia. No optar por imágenes sólo por añadir algo. Hay que tratar de encontrar las imágenes que mejorarán el mensaje. Cuando te sumerges en la historia que quieres contar, la coherencia surge espontáneamente y la selección de imágenes es mucho más fluida.
6. Priorizar calidad y creatividad
Las cosas que se han de vigilar son la iluminación, el contraste, el uso de los colores, la composición.
- La iluminación debe ser natural.
- El contraste adecuado para la imagen.
- Los colores atractivos y en armonía.
- La Composición equilibrada. Ya sea una composición estática o dinámica. Es uno de los aspectos más importantes. ¿Es la fotografía buena y convincente? Mejor optar por las fotografías no convencionales porque son esos puntos de vista y composiciones inusuales los que atraerán a un público más amplio.
Una vez tienes tus imágenes reunidas, tendrás un moodboard visual de la idea de marca que buscas.