El concepto “tienda” ha evolucionado.
A lo largo de las últimas décadas, la tienda ha dejado de ser el lugar donde acudíamos cuando necesitábamos comprar un producto o un servicio, para convertirse en algo más que eso: espacios donde acudimos para ver cosas extraordinarias, escenarios envolventes… ¡Incluso auténticos emblemas culturales!
Las marcas son conocedoras del poder que actualmente les ofrecen sus espacios. A través de ellos comunican su filosofía, transmiten sus valores y responsabilidades, cuentan historias, crean atmósferas que evocan emociones a los clientes, crean experiencias de compra atractivas… ¿Cómo lo consiguen? Otorgando a sus espacios mayor protagonismo a través del diseño y la creatividad. En este post exploraremos las tendencias más utilizadas en el diseño de espacios comerciales en la actualidad.
Una de las principales tendencias es jugar con la luz y los cromatismos del espacio: iluminar con intensidad ciertas zonas, emplear colores saturados en otras, utilizar mobiliario vistoso, recurrir a técnicas de merchandising… Claro ejemplo de ello es la Farmacia Santa Cruz. Mediante la creación de un ambiente blanco y luminoso, que contrasta con colores como el amarillo del diseño de la cruz y el mobiliario, este retailer ha trasladado a su tienda de 300 m2 toda la energía que desprende su lugar de origen, Santa Cruz de Tenerife.
Otro recurso muy utilizado es ambientar las tiendas a través de un solo color. Su principal objetivo es convertir el producto y aquellos elementos que la marca quiere destacar en los principales protagonistas de la tienda. La compañía de telefonía Nextel, por ejemplo, ha trabajado muy bien este recurso.
Otra versión más arriesgada de la tendencia monocromática, consiste en ceñirse al color corporativo de la marca para la creación del ambiente de las tiendas. Aquí tenemos ambos casos.
Las marcas con amplia trayectoria permiten a sus clientes revivir su historia, transmitiendo así su capacidad de perdurabilidad.
Las firmas históricas se permiten el lujo de transportar a sus clientes a través del tiempo. Para ello recurren a un interiorismo y materiales gráficos que evoquen momentos concretos del pasado. Con esta técnica las marcas transmiten el principal valor de la longevidad: expertise. A su vez, utilizando elementos que a los clientes les resulten familiares, otorgan al espacio un ambiente confortable. Es el caso de la firma Wenger, que se dio a conocer a través de la navaja suiza, y que ha sabido crear alrededor de su producto una comunidad afín a la marca: los amantes de la aventura al aire libre.
Para terminar este post, haremos referencia a la tendencia de recrear formas orgánicas a través del uso de ciertos materiales, texturas o formas. El fin es situar a los clientes en un lugar o atmósfera concreta. Como siempre, vale más una imagen que mil palabras, así que os dejo un par de ejemplos que han sabido aplicar esta técnica de forma extraordinaria
En primer lugar, vemos el Ikebana de Barcelona, restaurante cuya carta combina comida fusión japonesa & brasileña. Dado que en ambas culturas el paisaje es un elemento muy importante, en Ikebana han recreado un excitante y evocador paisaje artificial. Por último, vemos la óptica Hofstede, que a través de unos expositores cuyo diseño evoca formas orgánicas, excita los sentidos de sus clientes. Con ello logran dar un valor añadido a las gafas expuestas.
Color, luz, formas, texturas… Son elementos que se hallan en cualquier espacio comercial del mundo. La conclusión que extraemos de ello es que cualquier marca, cualquier negocio, puede disponer de un espacio único, emocionante y eficaz. Para conseguirlo tan sólo es necesario encontrar la combinación adecuada. ¡Y hay tantas! Como veis, es un tema apasionante e inagotable, que seguiremos analizando en posts futuros.